Destrucción documental y medio ambiente

¡No queme documentos al aire libre! Arsénico, cadmio, mercurio, plomo, cromo, óxido de ázoe, dióxido de azufre, compuestos orgánicos volátiles,…

No, no se trata de un artículo sobre química, es simplemente una somera lista de algunos elementos químicos que pueden contener las cenizas liberadas en el aire. Esos son los venenos que se arrojan a nuestro aire cuando se quema papel.

Destrucción documental y medio ambiente

Y sin embargo al reciclar una tonelada de papel se salvan 17 árboles.

Cuando hablamos de destruir grandes volúmenes de documentos con información sensible, bajo ningún concepto es buena idea quemarlos en descampados o en patios traseros. Aunque se trate de una idea tentadora debido a la rapidez y ahorro económico, esa forma de eliminar documentación resulta peligrosa, aparte de ser ilegal si no dispone de un permiso singular del municipio. Una fogata al aire libre genera temperaturas insuficientes para una correcta combustión de los materiales de forma conveniente, lo que produce muchos elementos contaminantes que se liberan en el aire. La quema consecutiva de basura y documentos en un mismo sitio amontona elementos tóxicos que empeoran la situación.

Basura electrónica

El apogeo de las nuevas tecnologías y el insaciable hambre por consumirla que nos ha invadido a todos en estas últimas décadas produce una problemática que día tras día preocupa más: la morralla electrónica.

La basura electrónica que numerosos países mandan a África Occidental de forma ilegal es una situación famosa ya por todo el planeta y que lleva preocupando a gobiernos de todo los países a lo largo de un buen tiempo. Ordenadores viejos, portátiles obsoletos, neveras rotas, teléfonos móviles caducos y todo género de aparatos electrónicos se amontonan y forman un paisaje desolador de montañas y montañas de basura electrónica que nutre una economía sumergida de reciclaje y reuso.

Europa ha propuesto que se establezcan prácticas reguladoras y que se endurezcan las leyes para resguardar la salud de las personas que allá habitan y para legitimizar el negocio de la morralla electrónica con la intención de eludir abusos. Muchos de estos productos suponen un riesgo para la salud puesto que están caducos, exponiendo de esta manera lo poco estricto que es el mercado de importación en el momento de advertir semejantes productos, puesto que pueden contener elementos químicos peligrosos como mercurio, plomo, cadmio y también ignífugos reactivos.

Avalanchas de papel

Producimos papel y documentación en casa, lo mismo hacemos cuando trabajamos en las compañías y, lo más esencial, estas lo hacen en una cantidad que se multiplica exponencialmente, por tanto el interrogante es obligado: ¿Qué podemos hacer ante tal avalancha de papel que hay que destruir y no sabemos de qué forma?

Si bien es evidente que la destrucción de documentación con información sensible es una labor debida como necesidad para cumplir la LOPD, no podemos olvidar que por otro lado el reciclaje del papel supone el lado ecológico de la cuestión.

El papel cuesta y se saca de materia orgánica, hagamos reciclaje del mismo mediante la destrucción pensando que gracias a ella preservaremos la confidencialidad de los documentos y lograremos que el medioambiente prosiga en un nivel perfecto para nuestros hijos, que no nos deban decir que fuimos culpables de dejar el planeta como un solar.

También es parte de la imagen de su empresa

Cada día mas se extiende la preocupación entre los ciudadanos por la preservación del medio ambiente, y se extiende la exigencia sobre su cuidado no solo a los gobiernos, sino también a las empresas.

Sus clientes desean saber no sólo que su información personal y confidencial será tratada con el debido respeto a la legalidad vigente, sino que además el posterior proceso de destrucción se llevará cabo dentro de una política de reciclaje que respete el medio ambiente y genere para su empresa una imagen de respeto y cuidado de nuestros bienes naturales.



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